CRONICAS DESDE MIS INSULAS BARATARIAS
Al señor Curbelo, D. Casimiro, senador del Reino de este país antes llamado España y presidente casi vitalicio del Cabildo de la isla Colombina de la Gomera, se le debió olvidar un proverbio español que dice así: Cada uno atiende mas a la pasión, que a lo que dicta la razón.
Viendo de esa manera el suceso que protagonizo dicho senador y su vástago en una casa de citas, de ocio, de relaciones personales intimas, de latrocinio o una sauna como así se anuncia en su rotulo comercial, en un populoso barrio madrileño.
El nombre es lo de menos, un destacado dirigente socialista canario como el ex alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, dice en un medio local lo siguiente: "Irse de putas no debe tener transcendencia política".
Pues claro que no señor Saavedra, usted escoja, entre ser un personaje público con responsabilidades políticas, insultar y agredir a miembros de nuestra fuerzas del orden y que para más "Inri" diga :"A mí no me detiene ni la Guardia Civil" o ser un simple mortal, que un día se le enciende la vena erótica, se va de picos pardos y sin montar un numero caciquil lo pasa bien y hasta mañana que son dos días.
Claro que deberíamos considerar, que esa noche estaba premiando a su vástago, por haber sacado su licenciatura y como premio, lo lleva pues a eso,.......... de "putas".
Educación y premios seguramente discutidos, pero que seguramente, el lo aprendió también así y de ese modo lo transmite también de esa manera.
También es posible, que lo haya aprendido en los cursos de educación a la ciudadanía, que su partido ha impuesto en los nuevos ciclos de enseñanza.
Claro está, que su soberbia y prepotencia no pudo aguantar el estado etílico que usted, junto a su vástago, decidieran montar el show y el encargado de dicho local de ocio y relaciones personales, lo pusiese en la calle.
Usted ofendido por semejante ofensa, todo un senador del reino de España, monta en cólera y decide convertirse en arma ejecutoria o séase, denunciable de semejante injusticia a su noble señoría.
Más claro está, los policías de guardias en la comisaria los cuales no están solo a su servicios, pues no lo paga usted solo, si no el resto de los mortales de este país, antes llamado España no le reciben la denuncia y menos en el tono que usted lo dice, ahí es cuando usted señor senador, saca su arma secreta "quien contra mi "yo tengo impunidad, yo soy senador, ustedes son mis servidores.
Ah señor Curbelo, don Casimiro, mire usted y haga caso al ex acalde de las Palmas de Gran Canaria, pero quitándose usted su soberbia, su caciquismo, vaya a las casa de relaciones intimas y personales, pero no comente usted, "Oiga que soy senador del reino".
Por cierto, yo no le pido su dimisión por que entiendo que ya su portavoz del gobierno el señor Blanco y la señora Valenciano, responsable de la campaña del señor R, ya se lo han pedido por lo tanto ni me molesto en eso.
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